He sacrificado gritos para permanecer en silencio.
He sacrificado lágrimas para sonreir y disimular.
He sacrificado sentir para no llorar.
No sacrifiqué amor, me abandoné a él,
al punto de alejarme de mis sueños,
al punto de sacrificar un beso, una caricia
un abrazo, el aliento de un te quiero;
Al punto de extrañar el contacto con lo humano
de mudar mi piel en cada intento.
¿Qué te he hecho yo hombre, para merecer esto?,
de la más ruín pasión pasar al cordial desinterés de la razón.
Sin piedad no me perdono y ese es el castigo peor,
dejaré de sufrir cuando me aleje
para eso no me hace falta valor.
Retribuiré a la vida con creces,
renunciaré a lo solitario para sembrar
aunque taciturna la vida me encuentre
mi alma sola se iluminará.
No hay vencido, ni sombra ni entierro
que me logren opacar
aunque no entiendas que existo
fluyo como aquel manantial;
Y seré manta, seré cobijo,
seré alimento y lumbre a la vez.
Seré como una angustia mordida
que al obstinarse querer es poder,
por ser alma, mujer de otra parte
a estas alturas no he de retroceder.
Sólo se que mi estirpe ya no la sacrificaré,
Impotente podrás gritar o llorar,
pretender que de un mal sueño despertarás,
pero yo que caigo y corto sin querer,
no quiero ser ni pauta ni riel
pues tengo la pasión para ser
heroína de mi propiol final.
Así que a lo vil de éste mundo
no le quepa la intención
que no he de perder la razón
por un ser que no es humano sino inmundo.
Bárbara Himmel
La vida nos prueba, en muchas etapas, la paciencia, la dignidad y la fortaleza. Nos quiere fuertes, claros y auténticos, como nos muestras en tu poema, Bárbara...Debemos ser dueños de nuestro destino, aunque a veces nos rompamos por dentro para renovarnos y evolucionar.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu claridad y entrega a las letras.
Barbara felicito la entrega
ResponderEliminartotal de tus bellas letras.
Besitos dulces
Siby
Hola Barbara!!
ResponderEliminarMe impresiona tanto sentimientos en tus palabras una poesia a todo lo que una puede sacrificar para olvidar y seguir adelante como una mujer heroina de su propia vida.
Un beso
BÁRBARA
ResponderEliminarCuanta pólvora pones en tu relato, es de una intensidad profunda, tristeza, dolor, angustia, abandono, no dejes caer tu estima amiga, el mundo no termina en un, " hombre ", así en minúscula, pues hay otros, gallardamente que si merecen, llevar mayúscula, y titularlos de Hombres, tus lágrimas son Joyas Sublimes, para derramarlas por quien no tiene merecimiento, no te aconsejo, solo te brindo mi apoyo y mi hombro, para contención de tu momento, y despegue hacia otro horizonte positivo, donde seas considerada y correspondida como tu enamorado corazón de Mujer, anhela.
Lo deseo de corazón para ti, amiga.
Mi cariño para tu noche.
LÚCAS
Bueno... el último verso lo aclara todo.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor.
Que no sufras nada.
Besos.