ROJO CARMESÍ...

Dispara eterno, yace disperso, historia sin fin ha concretado el fuego. Alas ámbar cristal etéreo carcomen ilusos los restos de mis yerros; más inútil que los mármoles del cementerio, distantes, fríos pero atentos. Lluvia derramada en pétalos, quebrados, perdidos, de tanto silencio. Adormecen en rojo carmesí mi corazón y su desvelo, desatendido en la ilusión del alma que disparó el viento.