Mi yo penitente..
Un grito árido claudica
alrededor mío.
Mi sed se aplaca
con tus gotas de rocío.
Caprichoso tu viento
codicia mi abrigo.
Y mi yo penitente
se muere de frío.
Te presto mis ojos
para tallar esa piedra.
Te presto mi lengua
para que tu boca no muerda.
Eclipso a mi antojo
tus vanas palabras.
Y aparto de ti
esas bromas macabras.
Convierto en cristal
a tu cuerpo desnudo
y osados mis labios
no pecan de ayuno.
Bárbara Himmel2011
Barbara que hermoso versificas
ResponderEliminartus letras, un placer disfrutarlas.
Besitos dulces
Siby
BARBARA
ResponderEliminarPasión en estado puro, no reniegas ni claudicas en nada, tu oferente entrega, deja al desnudo el sentimiento que vive y mora en tu almita enamorada.
Me encanto conocerte amiga, si me lo permites, quedo anexado a tus obras, gracias por tu visita a mis borrones.
Te dejo un cariño.
LÚCAS
9 años después y el poema sigue igual de hermoso.
ResponderEliminarNormal... lo vale.
Besos.
Impresionante esa "consciencia de nuestro propio ser"A veces nos salva la empatía, la comprensión y la paciencia, que también va tallando al otro,al diamante humano, que tenemos al lado y haciéndolo consciente de su alma...Muy bueno, un poema sin tiempo, Bárbara.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo, amiga.
Lindo poema Saludos
ResponderEliminar