Ésta es mi tierra bendita quimera de sueños y azules de primavera. Tallan las rocas tus dulces palabras se hamacan de a poco en tus fuertes amarras. Arrancan suspiros perfumados de lirios. Me saben a azahares jazmines y fresias. Una sutíl sospecha de aromas errantes que perfuman constante este perfecto equilibrio. Me huelen a mares y caracolas que el viento traslada como el mar a las olas. Desplegar las velas me lleva más lejos y quedo al garete de lo que traiga el invierno. Ésta es mi tierra bendita quimera he anclado mi barco pero estoy siempre a la espera....